El acoso escolar es un sufrimiento emocional para el niñ@ que lo sufre y para su familia. Hay varias campañas preventivas por distintos dispositivos de la Comunidad de Madrid y de la Fundación Anar que ayudan en este momento tan delicado. La prevención se está haciendo a nivel escolar, sin embargo, desde nuestra opinión, la prevención se tiene que hacer desde la infancia. Por qué? El niñ@ acosador y el acosado suelen ser niñ@s donde las relaciones sociales no las desarrollan ni construyen desde la igualdad. La relación se desarrolla entre la dominancia y la sumisión y ambos extremos se tocan y no desde el respeto al otro.
Son chic@s que no han desarrollado un respeto hacia el otro o que no se hacen respetar. Son niñ@s, ambos, que no saben defenderse de una forma adecuada y por eso, o bien, acosan, atacan, o bien se sienten acosados porque no saben defenderse de otra manera.
El chic@ acosador, muy probablemente ha sufrido acoso en algún momento y si no se le ayuda a resolverlo, la forma de defenderse, será acosando.
Desde la infancia, con talleres para los padres, para poder ayudarles a entender qué es el respeto, hacerse respetar y respetar, entender que es defenderse bien, de una forma adecuada y con la palabra y sin miedos, es la manera de que el acoso escolar disminuya. Hoy en día hay mucha confusión entre el respeto y la autoridad.
Los padres educamos a los niños de la forma que podemos, con todo el cariño y con toda las herramientas que nos han transmitido nuestros padres hasta que descubrimos otras que nos gusten más. Sin embargo, muchas veces desconocemos el impacto que ejercemos en nuestros hijos y muchas veces lo que intentamos transmitir, no lo reciben nuestros hijos así y ahí pueden aparecer conflictos.