Encuentro con Beatriz Janin

Parte de nuestra filosofía de trabajo es compartir aquello que vamos aprendiendo.
He tenido ocasión de escuchar el sábado 6 de febrero a Beatriz Janín en la Jornada titulada “Niños y adolescentes desafiantes. La problemática de nuestros días”. Es profesora de la Universidad de Buenos Aires y experimentada psicoanalista de niños. Había leído numerosos artículos de ella en revistas especializadas. Y esta noche, al releer lo que había anotado, necesito sentarme y escribir sobre el tema que expuso.
Janín planteo una mirada sobre una problemática actual, donde se ha armado una categoría diagnóstica de niños que cada vez son más comunes, con un funcionamiento en el que se muestran desafiantes y oposicionistas y son medicados. ¿Qué es lo que está ocurriendo? ¿Podemos dar otra respuesta? Muchos de los pensamientos, vivencias y experiencias contadas por Beatriz las encontramos en la consulta donde nos damos cuenta del pasaje complicado que supone la infancia para muchos niños y sus padres.
Hay varios aspectos en los que Janin insiste y que deberían tenerse mucho más en cuenta de los que se tienen en el ámbito profesional. Ningún niño se construye psíquicamente de manera aislada, todos nos constituimos en una familia y esa familia está en un contexto social, cultural… sociedad actual en la que generamos niños hiperactivos y desafiantes porque cada vez hay menos espacio para la infancia, porque vivimos en urgencias permanentes, en situaciones rápidas…
Menciona la etapa de los 3 años (etapa de oponerse, diferenciarse como individuo separado de papá y mamá) como un momento en la constitución psíquica importante. El niño, es un niño, alguien que en está etapa de constitución le pasan cosas y lo importante es que un niño, que ama a aquel de quien depende, tiene que sentirse protegido, querido, respetado y sentir que puede confiar en otro para poder incorporar e interiorizar las normas. Por lo general, es una etapa que los padres la viven con mucha inquietud (no se tolera que los niños pasen por este momento) y se transforman a veces en actitudes hostiles hacia el niño.
Si yo soy un niño desconozco muchas cosas del mundo y no sé manejar la mayoría de las situaciones que se me presentan sobre todo las de tipo emocional ¿cómo se interiorizan las normas? Los niños son detectores de lo que los padres hacen y sienten, no son detectores de lo que se dice. Se dan cuenta de las contradicciones y de los afectos en juego. ¿Cómo se transmiten las normas? Si los padres transmiten las normas con respeto, atención y cariño, es muy probable que le ayude a interiorizarlas. Si esas normas son arbitrarias es muy difícil interiorizar. A veces no está marcada la diferenciación niño-adulto. Aprender la diferencia generacional es darse cuenta que un adulto te puede proteger.
Hay un aspecto en el que Janín también insiste y es el mandato social actual, donde hay muchas contradicciones, son mandatos de satisfacción absoluta (compra todo lo que puedas tener, date prisa, no hay tiempo) y al mismo tiempo se le pide a un niño que pueda lo que no pueda (no hay tiempo de juego, muchas horas de escuela, deberes….) Tenemos que pensar que lo que les va a servir es la creatividad y esto se aprende jugando.
Familia y escuela es fundamental en el crecimiento de un niño.
Para mí fue una Jornada intensa y un auténtico placer escucharla