LA COMUNICACIÓN MADRE BEBÉ EN LA ÉPOCA DE LA POSTMODERNIDAD

Estamos en la época definida como postmodernidad, en la que predomina el exceso de información que recibimos en las redes sociales, Google y Smartphones.  Estos recursos nos procuran una satisfacción inmediata y nos solucionan de manera ficticia nuestras posibles dudas sobre la relación vínculo madre e hijo. Pero a largo plazo nos producen una sensación de vacío, de inseguridad ante el proceso de la maternidad. Ocurre porque determinados hábitos de la vida nos limitan a la hora de fomentar vinculos seguros en el tiempo. No nos permiten pensar  con el tiempo suficiente las señales que nos trasmite el bebé a la hora de expresarse con su llanto, su mirada y sus movimientos. Por ello, existen herramientas intrínsecas que son el rostro y las manos de la madre que establecen una comunicación. Esta comunicación a través de palabras, gestos y movimientos representan los primeros pasos para construcción del individuo como ser único y de crear su primera identidad.

¿Qué debemos evitar?

– Tiempos cortos de atención  :

Mejorar la calidad del tiempo que dedicamos al bebé. Vivimos en un contexto de prisas en que una actividad sucede a otra, siempre pendientes de lo que ocurre fuera de nuestra relación con el bebé, con un montón de actividades que enturbian los tiempos comunes madre-hijo. Un tiempo de calidad con el bebé, ayuda a la comprensión de las demandas de este y su desarrollo psíquico.

– Evitar el exceso de información:

Vivimos en unos tiempos donde las redes sociales se han vuelto parte de nuestra vida cotidiana.Si estamos con el bebé pero a la vez estamos pendientes de Google, los likes, Instagram etc…, el tiempo con el bebé se diluye.

– No estar atentos a lo que nos expresa :

Se expresan con el llanto, la sonrisa, con los gestos y movimientos. Darse un tiempo para pensar lo que trasmite y poder interpretar su lenguaje fomenta la vinculación positiva madre-bebé.

– ¿ Que podemos hacer?

– Buscar tiempos de calidad. Buscar tiempo para uno mismo y estar con el bebé no es un capricho, es una necesidad para que este conquiste para el proceso de vinculación madre-bebé.

-Mantener el contacto  con las manos. Cuando la madre toca el cuerpo del bebé le ayuda a entender que su cuerpo tiene una forma específica y le contiene de sus movimientos des ordenados y sin sentido.. Por ejemplo, a la hora del baño se mueve de manera inconexa e indefinida, cuando le tocamos, las manos de la madre funcionan como pegamento de las partes del bebé que las vive como fragmentadas.

– Llevar a cabo una escucha activa. Cuando el bebé llama de manera insistente en la noche el bebé expresa su necesidad de ser alimentado y calmarle. Cuando la madre se levanta para cogerle y amantarle entiende que es una manera de calmarle.

Lograrlo es todo un reto en estos tiempos de prisas y el mundo consumista de nuestra sociedad que nos lleva a la idea que más es siempre mejor. Pero en la maternidad esto no es así, tiempo de calidad, una escucha activa, mantener una comunicación a través de las manos y el rostro son necesarios para una felicidad mutua.