Vivimos en un mundo de prisas y de inmediatez. Nos cuesta mucho esperar, las cosas tienen que ser para «ya». A los niños desde que nacen les llevamos así, «venga» «date prisa», parece que no hay tiempo para compartir tiempo, en muchas ocasiones se desayuna, come y cena con ipad porque así es más rápido, los niños tienen desde que son bebés actividades extraescolares y parece que el jugar con juguetes a lo largo de una tarde en casa, sin más, es una pérdida de tiempo. Sin embargo, cuando los niños llegan a primaria, ahí si queremos que estén quietos, callados, escuchando y atendiendo sin moverse!! Es esto posible cuando no es lo que se les ha fomentado?
Los profesores tienen muchos niños en clase, casi 30 y los niños inquietos les alteran mucho (como es normal), por lo que ruegan que esos niños les dejen realizar su trabajo y por eso reclaman en muchas ocasiones la medicación.
Los niños están alterados porque es lo que les hemos enseñado. En mi opinión, un porcentaje elevado de niños llamados hiperactivos, no lo son. Son niños inquietos y que habría que valorar individualmente para ofrecerles un tratamiento adecuado al niño y a los padres para recuperar la calma y una buena gestión a largo plazo.
Un niño que sabe entretenerse con algo que le gusta, aunque en el colegio no atienda, NO tiene un déficit de atención. Será un niño que no está motivado y habrá que trabajar en aumentar la motivación, pero NO es un niño con TDAH, por lo que NO requiere medicación.
Una medicación para el déficit de atención es sintomática, es decir, calma, no siempre, pero no resuelve nada, no ayuda al niño a que busque estrategias para hacerse cargo de si mismo y su aprendizaje. Además, el niño depende emocionalmente de los padres, con lo que su mejoría o no depende de la dinámica familiar. La medicación tiene muchos efectos secundarios y los padres tienen que estar muy bien informados por el especialista adecuado antes de medicar.
Nuestro equipo ofrece una valoración del niño y de la dinámica familiar para buscar la mejor solución al problema de cada uno.