“no debemos cuidar solo de la salud del niño, sino que debemos informar de lo que psicológicamente le va sucediendo y de cómo los padres pueden educar mejor” (Brazelton, 1994)
Acertar en la forma de educar es muy importante. El apoyo a la crianza busca fortalecer las habilidades en las funciones de los padres porque la profesión más difícil en la vida, es ser madre y padre.
A veces, en el proceso de desarrollo de un niño las situaciones cotidianas de la vida, como la hora de dormir, la hora de comer o las rutinas de higiene, pueden generar dudas, preocupaciones y temores en los padres. El apoyo a la crianza es una herramienta de prevención muy efectiva para apoyar el bienestar emocional de los niños pequeños tratando de crear un medio lo más favorecedor posible para el buen desarrollo de los hijos.
Una consulta con un buen profesional tranquiliza mucho y da seguridad a los padres para gestionar aquellas dificultades que se encuentran en la crianza de sus hijos en los primeros años. Los padres necesitan sentirse seguros y tranquilos para responder a la necesidad de amor, afecto y seguridad de sus hijos.
